lunes, 3 de febrero de 2014

Taller: cerámica raku

Javier explica el origen del raku y el procedimiento para hacerlo

La técnica del raku consiste en una primera cocción de una figura de arcilla o porcelana en horno o fuego hasta el bizcochado (a unos 800 - 950º) y  luego  una segunda cocción por oxireducción para finalmente enfriarla en agua.  Es hacer lo máximo con lo mínimo. El RAkU es, pues, una compleja alquimia donde intervienen los cuatro elementos (tierra, fuego, agua y aire) de la cual resultan piezas únicas.

La pasta es importante para la elaboración del  raku es bueno disponer de una arcilla que tenga de un 10 a un 30% de chamota para que su dilatación y contracción no sea mucha y aguante bien los choques térmicos a los que será sometida.

El raku-yaki (楽焼) es una técnica tradicional oriental de elaboración de cerámica . Se cree que es originaria de Corea, sin embargo es en Japón donde floreció. Desde finales del siglo XVI el rakú atrajo a los maestros del té, influidos por la filosofía budista zen. Durante la ceremonia del té los participantes bebían la infusión en vasijas fabricadas por ellos mismos. El kanji (ideograma, equivalente a palabra) raku significa tranquilidad, pero también "diversión" o "felicidad¨

El término Rakú proviene de “Ju-raku-dai”, nombre de un palacio construido por Hideyoshi, que fue uno de los símbolos de su tiempo. Chójiró fue el fundador de la dinastía RAKU y fue el que adopto el termino por tratarse de piezas cerámicas hechas exclusivamente para el palacio Juraku, (ju-raku) y no por tener un significado de “deleite”,  “comodidad” o “felicidad”; Así con los sucesores de Chojiro el Rakú se convirtió entonces en el nombre de la familia que producía este tipo de cerámicas. Esta es el único caso donde el nombre de una familia permanece como el sinónimo,  de la cerámica que produce a través de la historia. Además, existen muy pocas familias que hayan sobrevivido en una línea ininterrumpida, generación tras generación, como lo ha hecho la familia Raku.

RAKU y Cerámica Africana


Se hacen figuras de arcilla, que se dejan secar, previamente, durante varios días. Cavamos un hoyo en el suelo que rodeamos con piedras, y hacemos dentro una hoguera para cocer las piezas de arcilla. Primero se empieza con leña fina, hasta que poco a poco el fuego va cogiendo fuerza, y se van echando ramas y troncos más gruesos.

Vamos a estar en contacto con el fuego, alrededor de la hoguera, que es como eran  los primeros hornos que existieron. Vamos a colocar primero, calentar y luego introducir  las piezas en el fuego.  Esto lo vamos a hacer juntándonos alrededor del fuego seguramente muy parecido a como lo hacían los primeros hombres que alrededor del fuego se juntaban para protegerse, calentarse, comer, y contar las historias una vez que aprendieron el uso del fuego. Esto es interesante porque nos conecta a otro tiempo y a otro lugar, nos lleva a nuestros orígenes.

Pero antes que todo, estuvo la idea de lo que queríamos hacer, el acto creativo en el que a partir de una imagen dábamos vida a una figura.

La arcilla se moldea creando una figura que simboliza el propósito, un significado, y tiene su carga. El trabajo con la arcilla tiene que ver con la creación, estamos modelando, formando algo nuevo, siguiendo un modelo interno un propósito. Tiene un tempo este trabajo, un tempo lento, de otra época, y cuando trabajamos con la arcilla tenemos que ajustar nuestro tiempo actual, veloz, tenemos que modular, pacienzar la obra.

En la pieza que se va acercando al fuego, y que luego se cuece por oxireducción se  produce un cambio de cualidad en el material pasando a ser cerámica, lo que le confiere la dureza y y la impermeabilidad a la pieza.

Las figuras de arcilla se van aproximando al fuego para que se vayan cociendo

Es interesante destacar que la creación del objeto no parte de ningún molde, es la alegorización de una imagen, un registro.de uno. Esa pieza se comparte, se pone en común en un ámbito en el que cada cual lleva su pieza, su aporte, que puede salir hecha cerámica, puede romperse.

Es un trabajo que tiene que ver con el contacto y la expresión de los significados, para un o tiene un sentido.

Con el fuego es importante su cuidado, y manutención, irlo alimentando, somos los cuidadores del fuego. Esto exige estar atentos y adheridos, ir viendo sus coloraciones para ver que el fuego sea potente y nos deje suficientes brasas para luego enterrar la figuras de arcilla en ellas. (Los colores del fuego para saber la temperatura más allá del pirómetro (rojos y anaranjados indican temperatura baja, el amarillo y azulado más altas y tirando a blancos más caliente). Las piezas hay que ir acercándolas y girando para que se vayan calentando por todas partes. Hacerlo poco apoco con cuidado de que el shock térmico sea el menor y no se rompan, así hasta que estén lo suficientemente secas y calientes para echarlas al fuego.

Una vez ya en el fuego encima de las brasas, las vamos acercando también poco a poco a la zona de máximo calor y las vamos cubriendo hasta que queden totalmente enterradas en las brasas.

Mientras hacemos todo esto podemos leer algún mito relacionado con el fuego, y también los que quieran pueden comentar el significado que para ellos tiene la figura realizada.

Cuando veamos que las piezas estén incandescentes las retiramos con tenazas y guantes de protección en las manos para enterrarlas  en un material combustible, como las hojas secas que prepararemos en una lata cerrada, para que se produzca la cocción por oxireducción  y llevemos a las piezas bizcochadas en el fuego (cocidas a menos de 950º) a cerámica. Al  entrar las piezas  en contacto con este medio incendia las hojas  y se genera una enorme cantidad de humo que penetra en la pieza y entra a ser parte de ella. La  reacción química entre los gases que desprende la combustión y el oxígeno del horno, al ser un recipiente cerrado y, al no encontrar suficiente oxígeno para que dicha combustión se produzca normalmente, el carbono y demás gases liberados, tratarán de obtener el oxígeno necesario de las fuentes más próximas y éstas serán las materias y sustancias que se hallen en el interior del horno y, en consecuencia, reaccionarán químicamente tomando, la mayor parte del oxígeno, de los óxidos de las piezas. Cuando los materiales cerámicos se privan de algo de su oxígeno se dice que se reducen. Esta disminución del contenido de oxígeno en el material, afecta a su color .De esta manera la figura de arcilla cambia su cualidad y se transforma en cerámica, y queda coloreada y negra tanto por fuera como por dentro.

 El Raku es una parte del proceso de taller muy querida, porque en esa hoguera cada uno pone algo bueno de sí mismo, arroja una imagen que ha estado durante semanas cuidando y ahí la suelta. Además nos pone en contacto con el proceso creador y transformador del ser humano, el uso del fuego, la producción de la cerámica. En todas las culturas en muchos de sus mitos creadores ha existido un dios alfarero creador y las piezas cerámicas creadas, recipientes, vasijas y otros objetos, algunos de gran significado como las alegorizaciones de dioses, y de toda clase de imágenes protectoras, etc.  nos han acompañado en todo el proceso evolutivo del ser humano, pudiendo considerar a la cerámica como médula civilizadora.


Recordemos como siempre,  que lo importante durante el taller,  es que estamos trabajando con nosotros mismos, que lo importante es participar y mancharnos la manos, y tener una experiencia, con un tono alto y a la vez suave. Que estemos atentos y conectados emotivamente a lo que hacemos, que seamos cuidadosos y ordenados con el ámbito y saber que lo importante es hacer un trabajo independientemente de cuál sea el resultado. 


Figuras sin cocer (color marrón) y figuras de cerámica raku (negras)

PRÓXIMO TALLER:
Sábado 8 de febrero de 10:00 a 16:30 horas
Lugar: Afueras de Tres Cantos

Tema:
Fabricación de moldes para bronce fundido. 
Creación de figuras de cera para hacer moldes de silicona

Se ruega confirmar asistencia: 615 34 30 29 - 617 722 444


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